Pranayama o el arte del bien respirar

Pranayama o el arte del bien respirar

Pranayama o el arte del bien respirar

Mucho se habla de una alimentación equilibrada, de una buena hidratación del organismo, de practicar deporte de forma regular, dormir una media de 7 a 8 horas nocturnas, cuidar nuestros estados emocionales para gozar de buena salud pero ¿cuántas veces se escucha mencionar sobre la importancia de respirar correctamente y del Pranayama?

Por lo tanto, debiera estar a la cabeza de esa lista de consignas para cuidar de uno mismo, el Pranayama o el arte del bien respirar. ¿Acaso no es lo primero que todo ser viviente hace al llegar a este plano terrenal y lo último al partir de él?

La vida inicia con una inhalación y finaliza con una exhalación. Durante toda nuestra trayectoria vivencial, el prana (o “energía vital” en sánscrito, lengua tradicional india) será nuestro mayor sustento para poder transitar esta senda y gozar de todas las bendiciones que la vida nos brinda, o enfrentarnos a sus ineludibles retos.

Ese prana, o energía no es otra cosa que el oxígeno! un gas que abunda en el aire, en el agua, en los seres vivos y en la mayor parte de los compuestos orgánicos e inorgánicos. Es tan esencial e importante como que sin ese gas la vida sobre la Tierra sería simplemente inimaginable.

¡¡Y es que todos nosotros respiramos!!  a qué viene esto entonces?

Sí. en efecto, así es! TODOS lo hacemos instintivamente desde nuestro nacimiento hasta nuestra defunción, pero ahí está la cuestión: bien he dicho “instintivamente”, o sea, de manera mecánica, sin prestarle nada de nuestra atención a la forma en cómo respiramos en el día a día.

Algo en nuestro cuerpo se encarga de hacerlo y ese algo es el Sistema Nervioso Autónomo, que sin lugar a dudas realiza un valiosísimo trabajo pues si de nosotros dependiera, dejaríamos de hacerlo al instante por estar sumidos en miles de otras tareas cotidianas que acaparan toda nuestra atención, y más en los tiempos modernos.

El fallo aquí reside en que ese maravilloso sistema que posee nuestro cuerpo, lleva a cabo esa inagotable labor de respirar para nosotros, pero exclusivamente para mantenernos en vida, (no saludables).

Cuando estamos en modo “piloto automático” pues, nuestra respiración es  “clavicular”, es decir, muy superficial, cuya profundidad al inspirar apenas baja del nivel de las clavículas.

Es este un aliento muy pobre, ese que basta para sobrevivir en este planeta pero que a la larga acarrea toda un serie de alteraciones en el organismo que raras veces la medicina ortodoxa logra entender y menos aún relacionarlo con una falta oxigenación celular.

Aunque, menos mal la ciencia avanza a pasos agigantados y algunos de los profesionales de esta área están dando la razón a la sabiduría milenaria de culturas y medicinas tradicionales como en este caso, la Ayurvédica, la cuál entre sus recomendaciones está la de practicar el Pranayama para el bienestar físico, mental y emocional.

¿No sabes aún que es el Pranayama?

Permíteme explicártelo en términos muy sencillos para que puedas captar la idea.

Compuesto por 2 sílabas, “prana” que ya indiqué más arriba, traducido a nuestro idioma como “energía” y “yama” que sería “control”. Control de la energía vital, control de tu respiración.

El Pranayama engloba una serie de ejercicios o prácticas respiratorias cuya principal finalidad es oxigenar todo el organismo de forma mucho más eficiente que lo hace nuestro Sistema nervioso autónomo.

Esta disciplina es parte intrínseca de la filosofía del yoga y como dije antes, también del Sistema Medico tradicional indio. Los ejercicios son múltiples y variados, pero 3 de ellos son comúnmente empleados al inicio de cualquier clase de yoga, sobre todo en el estilo Hatha (el más antiguo).

Estos 3 son:

Dirga pranayama o respiración yóguica completa: consiste básicamente en desarrollar toda nuestra capacidad pulmonar. Para ello, dirigimos consciente y voluntariamente el aire que entra por la nariz hacia el ombligo, produciéndose una dilatación abdominal en buena parte gracias a la intervención del principal músculo de la respiración, el Diafragma.

Desde ahí el llenado de los pulmones sigue su curso, expandiéndose la caja torácica, merced a otros músculos, los intercostales y finalmente el aire colma éste órgano llegando hasta las clavículas.

Respiración pues en 3 etapas: abdominal, torácica y clavicular. Tras esta profunda y amplia inspiración, toca el turno ahora dejar salir los residuos derivados de los intercambios gaseosos dentro de los pulmones (entra oxígeno, sale dióxido de carbono) soltando el aire muy paulatinamente hasta sentir que ya no queda ni una sola de gota de aire adentro.

Anuloma Viloma o Nadhi Sodhana, Respiración alterna: en este caso, usamos algunos de los dedos de la mano derecha (pulgar y anular/auricular) para abrir y cerrar alternativamente cada narina y así, respirar sucesivamente por una y otra. Los dedos índice y corazón se suelen apoyar en la frente, en el punto llamado vulgarmente 3er ojo, correspondiente al 6to Chakra (esto ya para otro artículo), justo en el entrecejo. Esta ligera presión ejercida en este punto nos ayuda a afinar nuestra concentración en lo que dura la práctica.

Kapalabhati o respiración del fuego: esta forma de respirar es más común en otro estilo de yoga llamado Kundalini pero a mí me gusta de todos modos incluirla en mis clases, aunque eso sí, para los inexpertos, es prudente hacerla moderadamente.

Su principal característica es que pone el énfasis en la exhalación dejando que la inhalación se haga de forma pasiva. Se ha de expulsar el aire de los pulmones con fuerza, contrayendo la musculatura abdominal y activando igualmente el diafragma. Se dice que este tipo de pranayama tiene la particularidad de generar calor el en cuerpo, de ahí su nombre de “respiración del fuego”.

Bien, y ahora, por qué crees que sería TAN importante adoptar esta práctica del Pranayama o el arte del bien respirar como algo rutinario? ¡Muy simple! porque sus beneficios en nuestra salud son irrefutables. Déjame listarte algunos de ellos…

– Pondría en primer lugar su innegable cometido de conectar la mente con el cuerpo, lo que pasado unos pocos minutos va reduciendo el volumen del incesante barullo mental y por ende logra “pulsar la tecla RELAX”!

– Por consiguiente, el 2do beneficio sería su capacidad de llevarnos hacia un estado de calma interior en la que la presencia (o consciencia) empieza a emerger de las profundidades en las que suele yacer. Más quietud mental es igual a mayor concentración, menos ansiedad, menos estrés, más confianza en uno mismo y en la vida.

– No menos desdeñable es su capacidad para purificar todo el organismo, empezando por el aparato respiratorio, el sistema circulatorio y el ambiente celular. Fortalece el cardiovascular, reduciendo el ritmo cardiaco y regulando la presión arterial, aumenta la capacidad pulmonar, y puede ayudar a luchar contra el tan fastidioso insomnio, favoreciendo un mejor descanso nocturno. Otro punto interesante es que la respiración amplia y profunda alcaliniza todo el organismo.

Sin lugar a dudas, adquirir este nuevo hábito en tu vida marcará una notable diferencia a la larga en tu bienestar mental, emocional y corporal. Es una herramienta más para cuidar de ti y prevenir probables padecimientos que con el tiempo surgen por falta de “airear” tu cuerpo por dentro al igual que lo haces con tu casa cada mañana al levantarte.

Y permíteme terminar con una última observación: ya la Ciencia Médica reconoce que el cáncer se desarrolla en un medio ácido y anaeróbico o, dicho en otras palabras, un medio “sin oxígeno”. ¡¿Acaso no invita esto a una profunda reflexión?! La primera vez que yo leí esto quedé atónita!

No esperes a mañana lo que puedas hacer hoy. Integra este entrenamiento en tu día a día, tu salud y todo tu Ser te lo agradecerán.

Namasté.

¿Hablamos?

Ana Fernandez

+34 661 87 03 32

Telegram

Ana Fernandez

Comparte

Artículos del blog

Recibe las noticias en tu email

Pin It on Pinterest

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad