Sobre Ana Fernandez Instructora de Yoga
La intuición en la práctica del Yoga
Descubrí que existen variados estilos de yoga y me propuse probar los más conocidos a nivel mundial.
Me formé de base en el estilo Hatha porque se dice que el más antiguo, del que derivaron todos los demás estilos.
Incursioné también en la exploración de los estilos Ashtanga, Iyengar, Kundalini, Yin yoga y Vinyasa.
En la actualidad ofrezco a mis alumnos, según sus preferencias o mi percepción, una fusión de algunos de estos tipos de yoga o bien elijo un estilo más “depurado”.
El Yoga es mi vida!
A mi labor no la considero trabajo, sino un deleite personal con el que me gano la vida y comparto con otras personas mis conocimientos en la milenaria filosofía del yoga y mi experiencia personal en esta disciplina.
A mis 20 años me lancé de manera autodidacta en la práctica del Yoga (con un manual) y años más tarde, a mis 30 años, decidí escuchar a quienes me decían que yo había venido a este plano terrenal para dedicarme a su divulgación.
En el año 2005 asistí a mi primera formación para instructores de yoga en el Sivananda yoga Vedanta Ashram (centro de formación espiritual) en el estado de Kerala, Sur de la India.
Sedienta por saber más sobre el tema, al año siguiente retorné al mismo lugar para profundizar en el aprendizaje.
Mi viaje hacia los secretos ancestrales para el bienestar
Mis viajes a la “cuna del yoga” fueron reiterados, empapándome así de la cultura de un país que resguarda infinidad de secretos ancestrales en el cuidado de la salud mediante la práctica regular del yoga, la meditación o el Pranayama (el arte del bien respirar) y también, en el uso de plantas medicinales, terapias energéticas, masajes, ayunos controlados, purificaciones internas del cuerpo y más, dentro del sistema de salud tradicional llamado Ayurveda.
Ayurveda es un término derivado del Sánscrito (lengua clásica de la India) cuyo significado podría ser traducido al español como: “conocimiento sobre la vida”.
Pilates
En mi afán por entender cómo funciona esta maravillosa “maquina” humana y qué acciones tomar en nuestras vidas para cuidar nuestra salud y tener la dicha de vivir una vida larga, plena y feliz, seguí adquiriendo nuevos conocimientos en entrenamiento físico y esta vez fue en el método Pilates. Es algo más contemporáneo ya que su creador, Joseph Pilates lo desarrolló a principios del siglo pasado.
Es un método, que gracias a su inspiración en el yoga propone mantener el cuerpo activo y en buena forma mediante determinados ejercicios, haciendo hincapié en la respiración/oxigenación correcta del organismo, enfocando la mente (concentración) mientras se lleva a cabo el trabajo corporal.
Si en el yoga estiramos todo el cuerpo, en pilates ponemos énfasis en tonificar el “core” (en ingles núcleo) o centro del cuerpo, compuesto principalmente por la musculatura abdominal, lumbar y glútea.
Todo ello con el fin de cuidar de la columna vertebral y por ende corregir muchos vicios posturales, desplazarnos en el espacio con más soltura, equilibrio y firmeza.
Aeroyoga
Hace poco tiempo, 2 años para ser exactos, realicé otro curso más de una nueva modalidad llamada Aero-yoga, también se le conoce como acro-yoga o yoga antigravedad, muy en boga en este tiempo.
En esta variante, usamos un complemento adicional llamado hamaca o trapecio, fuertemente anclado al techo y con el cual podemos llevar las posturas del yoga tradicional a otro nivel y no solo estoy hablando de altura, pues buena parte de ellas se ejecutan en suspensión, sino de intensidad en su realización.
Aunque a primera vista pueda parecer algo apto solo para “atletas”, la realidad es que no.
Todo o casi todo el mundo puede acudir a una clase, que de igual modo que cualquier otra actividad física se puede adaptar a las capacidades o limitaciones de cada individuo.
Terapias corporales
Terapias corporales:
Nuad Thai, reflexología, masajes con aceites y ventosas.
Sumado a mis estudios en las actividades físicas mencionadas, y siempre en relación con la conservación de nuestro mayor tesoro, la salud, he sido instruida en algunas terapias corporales como el Nuad Thaï (masaje tradicional Tailandés. también conocido como Yoga Thai Massage), reflexología plantar y auriculoterapia.
Vivir con valentía
Llegando a este punto donde ahora nos encontramos, el malestar parece haberse adueñado de una buena parte de la población mundial.
Habiendo pasado yo también por esos mismos episodios de desazón, desesperanza, desidia o falta de fe, solo una práctica regular del yoga, meditación y ejercicios de respiración consciente me han ayudado (y lo siguen haciendo) a mantenerme a flote y enfrentar las vicisitudes de la vida con valor y entereza.
Caminar por el campo, adentrarme en un bosque, bañarme en el gran azul, escalar una montaña, sumergirme en las frías aguas de un río, otear el recorrido de las aves en el cielo, contemplar un atardecer, dejarme absorber por la inmensidad de un firmamento repleto de diminutos destellos de luz, son estas pequeñas cosas de la vida que me hacen tomar consciencia de cuán afortunada soy por tener ese privilegio: una explosión de belleza que cada día de nuestra existencia está ahí pero de la que pocas veces nos percatamos y menos aún la valoramos.
Acariciar a mi mascota, abrazar a mis seres cercanos, sonreír a los desconocidos en la calle y constatar como ese simple gesto tiene la virtud de ser correspondido, son pequeños detalles que convierten un “día cualquiera” en algo extraordinario.
De eso se trata, de nunca rendirnos, de hacer frente a esas trabas/trampas del “ego” y seguir afinando nuestra capacidad de ser mejores día tras día.
Solo así lograremos como humanidad, crear ese mundo en el que deseamos vivir, una realidad en la que reine la paz, la empatía, el amor y respeto al otro.
Y eso es labor, compromiso y dedicación contínua de todos y cada uno de nosotros.