¿Has oído nombrar las palabras “earthing” o “grounding”?
¿Has oído nombrar las palabras “earthing” o “grounding“? … probablemente sí, pero sabes de qué va exactamente? te lo cuento a continuación, aunque, ya se sabe, desde mi experiencia y vivencias.
Estos dos vocablos de origen anglosajón adoptados ya por buen número de adeptos a su practica en todo el planeta, yo lo traduciría al español como “enraizamiento” o “anclaje a tierra”.
En los múltiples artículos que puedas encontrar en la red verás que también se refieren a “puesta a tierra” o “conectar con la tierra”, muy acertado igualmente.
Bien pues es muy sencillo, el anclaje a tierra, una tendencia en constante crecimiento de unos pocos años para acá, consiste en despojarse de ese invento que desde su aparición nos ha a “aprisionado” un poquito más, o al menos una parte muy importante de nuestro cuerpo: se trata del calzado.
Es liberar nuestras extremidades inferiores de ese “artilugio” que, en el mundo moderno, obvio, es algo indispensable y su variedad infinita: ¡zapatos, botas, sandalias, tenis, chancletas…y pisar la tierra!
Entiéndase todo tipo de suelo natural, ya sea la hierba de un campo, la arena de una playa, el lecho de un bosque, el césped de tu jardín o una roca. ¿Y esto para qué? El primer punto diría que para sentirte más libre. Algo así como después de haber estado caminando por horas en el asfalto de una ciudad congestionada o subida, tu mujer, en unos tacones de vértigo que te torturan despiadadamente y al llegar a tu casa, incluso antes de abrir la puerta ya te los estás quitando y el alivio que sientes es algo sublime.
Bien pues esa misma sensación es la que experimentas cuando estás en un espacio natural y decides retirar de tus pies lo que sea que lleves puesto. Sentirlos desnudos al contacto con la tierra tiene el inmediato efecto de conectarte con ese GRAN TODO que te rodea y, en mi caso, por ejemplo, tomar consciencia de cuán “chiquita” soy, pero a la vez infinitamente afortunada por formar parte de ese inmenso Campo de energía que lo engloba todo, desde el macro hasta el micro-universo, osea yo, pequeño y diminuto Ser Humano.
Luego viene el segundo punto que sería los diversos beneficios que la práctica del earthing puede tener en nuestro bienestar.
Constatarás también que en buen número de esos textos publicados en la red algunos de sus autores hablan de que si no hay evidencias científicas fehacientes que puedan respaldar una tal afirmación y yo me pregunto: ¿por qué será que hoy día TODO debe tener una base científica? Acaso en el pasado esa Ciencia no ha fallado estrepitosamente en muchas de sus aseveraciones? ¡¡¡Y lo sigue haciendo!!! Son plurales los casos que hay por ahí.
Sin querer adentrarme en el círculo de los más grandes genios de nuestra Historia como el propio Albert Einstein que también él se equivocó en su teoría general de la relatividad, algo ejemplar y en la mente de hasta los menos informados, es el caso del daño que, un alimento tan rico como lo son los huevos de gallina supuestamente hacía una vez ingeridos: disparar el colesterol. Lo que hizo que buena parte de la población, aterrorizada por semejante teoría renunciase a incluir este producto en su dieta regular. Ahora, sin embargo, la ciencia médica nos dice todo lo contrario.
¿Entonces? que crees tú que sea más sabio? escuchar las hipótesis de un “bata blanca” o tu propia voz interior? En mi humilde opinión, siempre he tenido esa sensación de que mi vehículo biológico vino de fábrica con todo lo necesario para mantenerse sano y vital durante toda una vida. Eso sí, en las circunstancias actuales eso solo ya no es suficiente pues los retos a los que se enfrenta y adversidades han sido multiplicados por mil. Aún así, pienso que se las ingenia para hallar fuera lo que no posea dentro y es el caso del grounding, volviendo a lo que nos antaña.
Beneficios del earthing o anclaje a tierra
- El “anclaje a tierra” tiene otros méritos como los de masajear los llamados “puntos reflejos” en las plantas de los pies que no son otra cosa que las terminaciones nerviosas de todo el cuerpo, como también los tenemos en las manos y orejas.
- La presión ejercida en esos puntos al pisar la tierra tiene un impacto favorable general tanto en las funciones locomotoras (músculos, articulaciones, columna vertebral) como orgánicas (órganos vitales).
- A su vez fortalece los músculos, tendones y huesos de los pies, algunos de ellos atrofiados por el continuo uso del calzado.
- Otro de sus beneficios es el de “recargarte las baterías” o sentirte más “vigorizado”. Además de materia el ser humano es energía o, un campo electromagnético.
Todas las actividades celulares se llevan a cabo en un medio “acuoso” y merced a un circuito eléctrico que se despliega por todo el cuerpo y sin el cual la vida sería inconcebible. Sin embargo, en los hogares de hoy, y fuera de ellos estamos rodeados de dispositivos y conexiones eléctricas que interfieren con nuestro propio campo electromagnético, alterando así nuestra homeostasis (el equilibrio de nuestro medio interno) lo que lleva a la aparición de ciertos padecimientos como los son jaquecas, falta de concentración, insomnio, irritabilidad, ansiedad etc.
Conectarte por lo tanto a la tierra es alimentarte del campo de energía que emana de su núcleo y es potenciado por la luz solar beneficiándote así de sus electrones de carga negativa, conocidos también como “iones negativos” que abundan a orillas del mar, en alta montaña y en cada centímetro cúbico de nuestra Madre Natura.
Estos electrones libres (o negativos) una vez han penetrado en tu cuerpo por las plantas de los pies, tienen un innegable poder antiinflamatorio, aliviando así dolores que puedas venir arrastrando de tu ajetreada vida urbana. Igualmente, combaten la oxidación celular. Al estimular el sistema nervioso para-simpático te relajan y regulan tu ritmo cardíaco, la presión arterial y normalizan tu frecuencia respiratoria.
El grounding, por lo tanto, te “des-estresa” y te aporta una quietud que raras veces logras experimentar en tu día a día, contribuyendo a que tengas un mejor estado de ánimo y favorezca tu sueño y descanso nocturno.
No cabe duda, ¡sabiendo estos pequeños trucos para el beneficio y cuidado de nuestra salud y además gratuitos! que vale la pena, al menos probar a ponerlos en práctica y ver por ti misma/o qué efectos tienen en tí.
Eso sí, te sugiero que seas paciente y constante si tomas la determinación de hacerlo pues al igual que muchas otras técnicas “no invasivas” cuyo objetivo es el bienestar del ser, no van a tener el efecto inmediato de mitigar una dolencia como cuando te tomas una “droga lícita”. ¡No! Solo la FE en ti (osea en ese conjunto de trillones de células y microorganismos que dan forma a tu figura por dentro y por fuera), en tu hábitat natural (la Pachamama = Madre tierra) y en el Cosmos, será la que a la larga te traiga la evidencia de que algo como el Earthing, realmente funciona.
